Las sesiones siempre suelen transcurrir de la misma manera, llegais nerviosos, no sabeis como coloraros... Todo es normal, pero lo bueno es que poco a poco vais perdiendo la vergüenza y os animais a hacer posados, sugerís ideas y os relajais. Por eso las fotos que más me gustan son las del final, las más espontaneas y naturales.
Aquí una muestra de la sesión de embarazo que hice hace unas semanas con una pareja muy divertida.